EL TRABAJO EN LOS MUELLES*
Joan Alemany Llovera, Doctor en Ciencias Económicas
Comunicación presentada al VIII Congreso sobre Patrimonio Industrial y Obra Pública. TICCIH, Balmaseda, 2-4 junio 2022.
* Este trabajo es una primera aportación sobre los trabajos de estiba y los cambios técnicos en el puerto de Barcelona. Dos amigos, estudiosos del puerto de Bilbao, ofrecieron información sobre las mujeres que se dedicaron a trabajos de carga y descarga de minerales y bacalao en dicho puerto, precedente lejano de lo descrito en esta comunicación
RESUMEN
Los trabajos portuarios de carga y descarga de mercancías han sido ejercidos hasta época muy reciente en Barcelona por hombres. Para el puerto de Barcelona se dispone de unas primeras estadísticas en 1856, en plena época de industrialización de la ciudad, con 1.150 trabajadores en los muelles. El número máximo de estibadores se alcanzó en la década de 1950, llegando a ser 3.012; fueron los años de culminación del trabajo manual. Las siete primeras estibadoras entraron a trabajar en 1997. Un cambio histórico. Actualmente son 43 las mujeres que trabajan en los muelles del puerto y las perspectivas son de aumentar su número.
PALABRAS CLAVE: puerto, trabajo, mecanización, cambios, estibadoras
ABSTRACT
Until very recently, port works involving loading and unloading goods was carried out by men. For the port of Barcelona, the first available statistics date of 1856, during the industrialization, with 1,150 workers on the docks. The maximum number of dockworkers took place in the 1950s, reaching 3,012. These were the years of culmination of manual work. The first seven female dockworkers started working in 1997. A historic change. At present, 43 women work in the docks of the port, a number that is expected to increase.
KEYWORDS: port, work, mechanization, changes, women dockworkers
El trabajo tradicional de estiba hasta fines de la década de 1960
Los trabajos de estiba en los puertos comprenden la carga y descarga de mercancías en los barcos, su manipulación y movimiento en los muelles y el depósito ordenado en los almacenes.
A pesar de las nuevas técnicas que han aportado la primera y la segunda revolución industrial en los puertos, una parte importante de las labores portuarias del movimiento de las mercancías se ha realizado, hasta la década de 1960, manualmente, con el esfuerzo físico de los estibadores.
Las profundas transformaciones hacia el gran puerto industrial y comercial actual de Barcelona se han producido en base a cuatro grandes proyectos de ampliación elaborados en 1859, 1900, 1965 y 1998 (Alemany, 2002, pp. 142, 165, 219, 295). Con cada ampliación han cambiado las instalaciones de los muelles y algunas técnicas en los trabajos de estiba. Cada gran obra ha dejado infraestructuras, instalaciones técnicas, edificios y documentación sobre la estiba que desde la Arqueología Industrial se deben estudiar.
Antes del proyecto de Josep Rafo para construir el gran puerto industrial de Barcelona, Ildefons Cerdà, autor del proyecto de Ensanche de la ciudad, realizó una profunda investigación social sobre la clase obrera. Gracias a este memorable trabajo conocemos con precisión el número y salarios de los trabajadores portuarios de mediados del siglo XIX (Cerdà, 1856, p 603). Los “Operarios ocupados en el andén del puerto” eran, según este estudio, 1.150. No disponemos de nuevas cifras de una cierta precisión y detalle de trabajadores de la estiba hasta 1935 (Asilo Naval Español, 1936, p. 154). En aquel año el número de estibadores era de 2.510.
Terminada la Guerra Civil se produjeron cambios importantes en el trabajo de los estibadores (Ibarz, 2001, pp. 111-116). Dos elementos nuevos son importantes en aquellos años: la creación del censo de los estibadores y la implementación de la rotación en el trabajo. El turno rotatorio, supuso un avance importante pues es una norma objetiva que sustituía el sistema anterior cuando los empleadores escogían discrecionalmente a aquellos que trabajarían aquel día; el resto no tenía ni trabajo, ni salario. El número de trabajadores en los muelles de Barcelona evolucionó de la siguiente forma[1]: 2.639 a fines de 1939, 3012 en 1950 –la cifra máxima alcanzada-, 2.107 en 1960 y 1893 en 1970.
Según testimonios recogidos en el año 2001 (Luchetti, 2002, vol.2) de estibadores que habían trabajado en los años sesenta y setenta, los movimientos de sacos, cajas, balas de algodón y fardos, y algunos productos a granel requerían el esfuerzo físico personal de los trabajadores. En todos los puertos el gancho era un instrumento habitual para mover la carga a mano, especialmente los sacos de 60 y 80 kg o los fardos y balas de algodón de 100kg. El gancho manual es el símbolo material de la estiba de la época.
La caja que revoluciona el transporte marítimo
El 26 de abril de 1956, un viejo barco de transporte de petróleo de la Segunda Guerra Mundial, el Ideal-X, convenientemente reformado, cargaba 58 cajas de aluminio de 35x8x8 pies en el muelle Elizabeth del puerto de Newark (New Jersey) con destino al puerto de Houston (Texas). Aquel día, en aquel muelle, comenzaba la mayor revolución del transporte marítimo desde el cambio de la propulsión de la vela al vapor. El contenedor ha sido y es el instrumento de esta revolución.
El transporte de contenedores enseguida demuestra sus grandes ventajas sobre las cargas tradicionales generales: es más rápido y eficiente; no hay ruptura de carga; es más seguro; es mucho más económico. Desde el punto de vista de la estiba también supone una transformación: con el contenedor el trabajo se circunscribe al gobierno de máquinas, al control de operaciones y al trincaje (sujeción) de las cajas.
Las primeras referencias de tráfico de contenedores en Barcelona son de1965, la primera terminal provisional de 1970 y la primera definitiva con una grúa pórtico de 1972. Desde entonces este tipo de transporte multimodal ha crecido extraordinariamente. La productividad ha aumentado considerablemente hasta la actualidad lo que ha comportado movimientos importantes en el número de trabajadores: los 1.893 estibadores de 1970 disminuyen hasta los 528 de 1997, la cifra más baja de los 150 años anteriores. El gran crecimiento del tráfico de contenedores en el siglo XXI revierte la tendencia descendente y el número de estibadores aumenta en Barcelona hasta los 997 de 2021.
La organización del trabajo en la actualidad
El trabajo de carga/descarga de los barcos y movimiento de mercancías en los muelles se organiza por “manos” (antes “collas”) que son los equipos de trabajadores compuestos por diferentes especialistas. Los tipos y funciones de trabajo de los estibadores con sus nombres tradicionales habituales y con los nombres oficiales de la normativa actual entre paréntesis, son los siguientes:
– Bordo (Especialista). Es el que mueve y asegura las mercancías en tierra y a bordo. Una de las operaciones que requieren fuerza y habilidad es el trincaje de los contenedores.
– Medio mecánico (Oficial manipulante). Conduce vehículos, maquinaria y grúas, así como succionadoras de graneles sólidos.
– Confronta sobordista (Controlador de mercancías). Controla física y administrativamente la entrada, salida y manipulación de las mercancías y los contenedores.
– Capataz (Capataz). Dirige y coordina las operaciones portuarias que realiza la mano, siendo el responsable de ésta y del equipo.
Una mano para la carga-descarga de contenedores está formada en Barcelona por un capataz, un confronta-sobordista, dos (o más) bordos y cuatro medios mecánicos (dos en grúa y dos en tierra).
Las primeras estibadoras
Para ser estibador y formar parte del Centro Portuario de Empleo se debe superar un concurso-examen. Los candidatos para cada especialidad han de demostrar determinados conocimientos y titulaciones previas. Una vez admitidos se realizan cursos de formación específicos para cada función. La formación técnica, la mecanización, la complejidad de los trabajos, la seguridad de los propios estibadores y de las mercancías han cambiado completamente las características de la estiba. Se ha alcanzado un buen nivel de profesionalidad simultáneamente a la mejora de la formación técnica de los trabajos en los muelles.
La mecanización ha substituido el trabajo basado exclusivamente en la fuerza física, pero ello no significa que la estiba sea una labor fácil, tranquila, sencilla y que se realiza sin esfuerzo: en primer lugar, no hay un horario fijo, la rotación implica tener que trabajar también en los turnos fuera de los horarios habituales para otras profesiones, como por ejemplo de 2,00 a 8,00 de la noche; en segundo lugar, el trabajo en los muelles se realiza en las condiciones meteorológicas del día, con frío en invierno y calor en verano, con viento o sin él, con sol o lluvia y siempre con una alta humedad; por último, el trabajo es diverso, hay tipos de carga y operaciones que comportan dificultad, esfuerzo físico o peligrosidad.
En las condiciones anteriores de transformación técnica se produce un cambio social histórico: en diciembre de 1997 se presentan por primera vez mujeres al examen para ser estibador en Barcelona y siete de ellas lo superan. Son las primeras en la larga historia de los trabajos portuarios. Las siete se han presentado a confronta-sobordista que es la primera categoría en que las mujeres han accedido a la profesión. Actualmente hay 43 estibadoras de un censo de 997 trabajadores en Barcelona y aproximadamente 400 de un censo de 6.223 estibadores en todos los puertos españoles.
La incorporación a un trabajo tradicional exclusivo de hombres
Siendo las primeras estibadoras un colectivo reducido formado hace pocos años en un trabajo realizado desde siempre por hombres, algunos observadores y estudiosos de los puertos se han preguntado cómo se ha producido su incorporación en este sector. Solo disponemos de un primer estudio (Aguado, 2016) sobre el puerto de Valencia y diversos reportajes realizados para la prensa portuaria y de información general, muchos publicados el 8 de marzo.
El estudio anterior y los reportajes se han querido complementar y actualizar con una entrevista en profundidad a una estibadora de Barcelona[2]. Los temas tratados específicamente han sido cuatro: relación con los compañeros de trabajo y tipo de recibimiento, valoración del trabajo, principales problemas y, por último, acceso futuro a las demás funciones de la estiba (que por su importancia se expondrá en el siguiente apartado). Los resultados de la entrevista, que se resumen a continuación, son similares a los obtenidos en el estudio para Valencia y en los reportajes de la prensa portuaria.
No ha habido ninguna denuncia ni queja de las estibadoras, ni comentarios entre ellas de actitudes machistas de sus compañeros de trabajo. No se ha planteado nunca este problema en los casi 25 años desde que se incorporaron las primeras mujeres al trabajo. Si se ha notado en algunos pocos casos actitudes de proteccionismo por parte de compañeros, pero estas actitudes también se han producido hacia algunos hombres cuando han empezado a trabajar. En general provienen de estibadores mayores y son debidas, en parte, a su preocupación por la peligrosidad o dureza de algunos trabajos en los muelles. El ingreso de la mujer al trabajo de estiba ha sido bien aceptado. Lo que era inconcebible hace solo unos años se ha asumido ahora con normalidad.
La valoración que hacen las estibadoras de su trabajo es, en general muy positiva, lo que se traduce en una buena integración en un colectivo muy cohesionado y en un cierto orgullo por haber accedido y poder ejercer esta profesión. Se reconoce que el salario –exactamente igual que el de los hombres- es superior al de otros sectores, pero ello se justifica por las condiciones en que han de desarrollar su labor.
No se valoran como negativos los problemas de dureza, de peligrosidad o los producidos por climatología adversa: forman parte de las condiciones del trabajo en los muelles. Son aceptados y asumidos. Sí apuntan las dificultades personales que implica asegurar una disposición del colectivo de 365 días al año y 24 horas cada día. En este último sentido, se dan problemas de diferente orden (personales y de conciliación con la familia o las parejas sentimentales) por no poder planificar las jornadas y tener que asumir los turnos por rotación según la carga de trabajo. Particularmente los turnos de 20,00 a 2,00 horas y sobre todo el de 2,00 a 8,00 horas de la noche distorsionan las relaciones personales.
El futuro de la mujer en la estiba
Hay una consideración positiva de la incorporación futura de más mujeres al colectivo de la estiba, tanto en un sentido cuantitativo como en el de asumir todas las categorías y funciones. Todo apunta a que el número de mujeres continuará aumentando en los próximos años y que irán asumiendo todas las funciones además de confronta (controladora de mercancías). Actualmente, algunas han comenzado a trabajar de capataces y medios mecánicos (oficial manipulante) y otras se están formando para ello en el puerto de Barcelona. La segunda función, la de medios mecánicos, dedicada fundamentalmente a conducir maquinaria de gran tamaño y gobernar grúas de gran potencia, requiere disponer del carnet de conducir de primera y una formación adecuada específica, pues estas máquinas y grúas solo acostumbran a estar en los puertos y en terminales especiales de interior.
Más complejo es el tema de entrar en las categorías de bordo (especialista). Este trabajo requiere una buena preparación física y habilidad para moverse en las bodegas de los barcos o sobre los contenedores. La manipulación de determinados tipos de mercancía, el trincaje (sujeción) de vehículos con cadenas y el de contenedores con largas barras de hierro y tensores, son operaciones que requieren una cierta fuerza y pueden ser peligrosas tanto para el que las ejecuta como para sus compañeros y también para la seguridad del barco. En el conjunto de sectores económicos de nuestra sociedad actual, muy pocas mujeres ejercen trabajos similares a los de los bordos. Es lógico pues que no se hayan incorporado todavía a estas labores, como no lo han hecho en labores similares en otros sectores. Por su dificultad tampoco algunos hombres estibadores están preparados para asumirlas. La opinión de las estibadoras actuales es que son labores a las que tampoco van a renunciar: las asumirán aquellas que en su momento estén preparadas para ejercerlas con profesionalidad.
Una reflexión final sobre cambio técnico, arqueología industrial, patrimonio portuario y trabajo de la mujer
Las últimas décadas del siglo XX conocen el desarrollo del tráfico de contenedores y otros avances en la presentación de las cargas y en la mecanización de los puertos. Estos importantes cambios técnicos implican la desaparición del trabajo basado fundamentalmente en la fuerza física del estibador y han supuesto un incremento de la productividad y requieren un mayor nivel de profesionalidad. El gran crecimiento de los tráficos de contenedores ha incidido en un aumento relativo del trabajo necesario en los muelles.
Los grandes cambios técnicos en torno al contenedor y la unitización de cargas constituyen una revolución en el sistema de transporte marítimo y han facilitado el mayor cambio social: la incorporación de mujeres en la estiba. Incorporación que ha empezado hace solo 25 años y que está en pleno proceso de desarrollo.
Los puertos son objeto de estudio de la Arqueología Industrial. Sin embargo, sus infraestructuras, instalaciones técnicas y edificios históricos no son temas habituales de análisis en el campo del patrimonio industrial. Menos estudiado aún es el trabajo en los muelles que forma parte de un importante patrimonio portuario inmaterial. Los grandes cambios técnicos en torno al contenedor y las transformaciones sociales como la incorporación de estibadoras, están en cierta forma vinculados. Los dos temas –cambios técnicos y transformaciones sociales- analizados separadamente o en su compleja relación, han tenido y tienen un importante impacto en la sociedad actual; merecen más presencia en nuestra disciplina.
BIBLIOGRAFÍA
AGUADO, Empar (2016): “Mujeres en la estiba. El caso de las estibadoras del puerto de Valencia”. Arxius, num 35
ALEMANY, Joan (2002): El puerto de Barcelona. Un pasado, un futuro. Lunwerg-Puerto de Barcelona, Barcelona
ASILO NAVAL ESPAÑOL (1936): Album dedicat al Asilo Naval Español, fundat a Barcelona l’any 1877. Barcelona
CERDÁ, Ildefonso (1856): Monografía estadística de la clase obrera de Barcelona en 1856. Teoría General de la Urbanización, Reforma y Ensanche de Barcelona. Edición del Instituto de Estudios Fiscales de 1968, vol II, Madrid.
IBARZ GELABERT, Jordi (2001): Treballant el silenci. Les relacions laborals dels estibadors del port de Barcelona durant el franquisme 1939-1962. Tesis Doctoral Universitat de Barcelona.
LUCCHETTI, Antoni (2002): El canvi tecnológic als ports i la seva incidència en el treball portuari (1965-1995). Els casos de Barcelona, Gènova i Marsella. 2 vol. Tesis Doctoral Universitat de Barcelona.
FUENTES DE LAS IMÁGENES:
- Descarga directa de sacos (Museo Marítimo de Barcelona)
- Pesaje de balas de algodón, década de 1920 (Archivo Fotográfico de Barcelona)
- Ganchos de estibador de distintos puertos y para diversas funciones (Colección del autor)
- Terminal APM, una de las dos grandes terminales de contenedores de Barcelona (Foto del autor)
- Estibadora colocando un precinto a un contenedor (Autoridad Portuaria de Barcelona)
- Control de contenedores en muelle para la carga (Autoridad Portuaria de Barcelona)
NOTAS:
[1] Los datos provienen del trabajo de Antoni Lucchetti citado en el siguiente párrafo y del recuento personal que realicé a partir de los dos libros azules de la OTP (custodiados en la Delegación de Trabajo de Barcelona). También Jordi Ibarz ofrece cifras similares para los años de postguerra.
[2] Entrevista con Judit Soler celebrada el 14/04/2022