NUEVO PORT VELL (1)

NUEVO PORT VELL (1)

Proyectos para un nuevo Port Vell de Barcelona

JOAN ALEMANY LLOVERA

14/04/2023

Nuevo Port Vell (1)
Vista aérea del puerto de Barcelona con el Port Vell en primer término (Autoridad Portuaria de Barcelona)

En las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado la transformación del Port Vell de Barcelona fue un referente importante en los debates sobre reconversiones portuarias a nivel internacional. Era la primera (y continúa siendo la más importante) transformación de un espacio portuario a usos y actividades urbanas en el Mediterráneo e incluso, en aquella época, en toda la Europa continental. Solo las grandes operaciones del entorno del Pier 37 en San Francisco (1979), el Inner Harbour de Baltimore (1981) y los Docklands de Londres y Liverpool (1981), superaban en superficie y se habían iniciado pocos años antes que la reconversión urbanística de Barcelona. Esta última había comenzado en el moll de la Fusta (muelle de la Madera) con un proyecto de Manuel Solà Morales (1983) y el Plan Especial del Port Vell elaborado por el propio puerto (1989).

Más de treinta años después de las primeras transformaciones, el Port Vell continúa siendo un área urbano-portuaria importante y atesora una importante experiencia de planificación, de relación pública-privada, de captación de inversiones, de gestión del mantenimiento, de relaciones puerto-ciudad y de gobernanza. Un reciente estudio publicado por el Port Vell 1 expone y analiza esta importante experiencia en su globalidad, desde la elaboración de proyectos hasta la gobernanza y gestión posterior de toda esta área. Este estudio abarca temporalmente desde la construcción histórica de los muelles y edificios en la primera década del siglo XX hasta prácticamente la actualidad.

La publicación anterior y la bibliografía existente nos exime de describir el pasado y presente de esta importante área urbano-portuaria de Barcelona, con todos sus grandes impactos urbanísticos y socio-económicos, con sus aciertos y sus puntos críticos. En este artículo y los que van a seguir en las próximas semanas se expondrán los importantes proyectos de futuro que afectan de forma muy destacada a todo el entorno portuario del Port Vell y a algunos de sus edificios más emblemáticos. En los últimos años el puerto de Barcelona ha elaborado y aprobado un conjunto de proyectos que suponen una ampliación considerable de la superficie de dominio portuario abierta a la ciudad y unos cambios importantes en el diseño, en los usos futuros de los nuevos espacios y edificios y en la restauración de patrimonio portuario. Su realización práctica supondrá una renovación profunda del Port Vell, la incorporación de un nuevo paisaje portuario directamente relacionado con el mar (en la Bocana Norte) y nuevos impactos socio-económicos y culturales para la ciudad. Por ello vale la pena describir detalladamente estos proyectos y analizarlos a medida que vaya avanzando su construcción en el próximo año y medio.

En el pasado mes de marzo, la Gerencia Urbanística Port Vell, responsable de la gestión del espacio del llamado puerto ciudadano, presentó los 17 grandes proyectos de transformación de toda esta área con una inversión privada-pública de 87 millones de euros. Son proyectos muy importantes que supondrán sin duda una renovación de un gran espacio de contacto y de relación puerto-ciudad. Tres cuestiones destacaban en esta presentación: primera, la integración de la Oficina de Coordinación de la Copa América Barcelona 2024 y el refuerzo de la Gerencia Urbanística sobre la que recaen la elaboración y dirección de ejecución de los proyectos; segundo, el corto plazo para ejecutarlos ya que deben estar terminados para las regatas de la Copa América previstas para agosto- octubre de 2024; tercero, la localización de bastantes de los nuevos proyectos fuera del recinto de 56,6 hectáreas (ha) que hasta ahora abarcaba el Port Vell.

En la rueda de prensa de presentación de los proyectos, el director del Port Vell David Pino y el presidente del puerto Lluis Salvadó, informaron sucintamente sobre su forma y contenido, a la vez que expusieron el avance de los trabajos de las sedes de los equipos de la Copa América, el apoyo de Puertos del Estado y alguna referencia al refuerzo organizativo de la Gerencia.

En este primer artículo nos referiremos solo a algunos aspectos de carácter general sobre los nuevos proyectos dejando para más adelante la descripción y análisis detallado de cada uno de ellos.

Respecto la extensión territorial destaca, en primer lugar, la incorporación de toda el área del espacio creado con la nueva bocana, fundamentalmente en la Marina Vela. Son 15,6 ha más que se suman a las 56,6 ha de la delimitación establecida en el Plan Especial de 1989 y que ha gestionado desde entonces la Gerencia Urbanística. Este es un punto muy importante para la renovación urbanística de toda esta zona. Para facilitar la comunicación de esta nueva área con el centro de la ciudad y no sobrecargar la única vía terrestre de acceso, se creará una línea marítima regular de pasajeros entre el Portal de la Pau y el muelle de Levante con el llamado bus náutico que servirá tanto a la gente que trabaja en esta zona como a los muchos visitantes que se prevé habrá en el futuro.

Nuevo Port Vell (1)
Vista aérea del espacio de la Nueva Bocana, 2018 (Joan Alemany Llovera)

En segundo lugar, destaca el contenido cultural e informativo de muchos proyectos. Uno de los elementos que han recibido más críticas de las realizaciones del Port Vell del Plan Especial de 1989 ha sido su déficit de elementos culturales, especialmente los referidos a los temas portuarios y marítimos. En efecto, dentro de la gran diversidad de usos que se ofrecen en la extensión de las 56,6 ha del Port Vell predominan los de carácter mercantil privado, como las terrazas de bares y restaurantes, los comerciales o el alquiler de espacios. Son muy pocos los equipamientos culturales y ninguno dedicado a la cultura marítima o a la historia del lugar. De hecho, solo el Acuario y el Museo de Historia de Catalunya se pueden considerar grandes equipamientos culturales, pero el primero está completamente especializado en exponer la biología marina y el segundo, a pesar de encontrarse en un gran edificio histórico, el Almacén General del Comercio, en el centro de lo que fue el puerto en las seis primeras décadas del siglo XX, no tiene ni una pequeña sala dedicada a la historia portuaria, ni siquiera a la interesante historia del propio edificio. Lo mismo sucede en la otra mitad de este gran almacén, ocupada por la entidad Pier 01 dedicada a las avanzadas actividades tecnológicas de las no menos avanzadas startups de la ciudad. Sería interesante que los miles de visitantes del museo y los centenares de jóvenes tecnólogos digitales supieran donde se encuentran, descubrieran un edificio portuario que también estuvo a la vanguardia tecnológica de fines del siglo XIX y principios del XX. Son informaciones necesarias para comprender el lugar. En la mayoría de las ciudades avanzadas culturalmente existen estas informaciones sobre los edificios y los espacios interesantes.

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Almacén General del Comercio con el Museo de Historia de Catalunya, el Pier 01 y numerosos restaurantes, 2019 (Joan Alemany Llovera)

Todas las informaciones sobre algunos de los grandes proyectos que se van a realizar en el próximo año y medio -particularmente el paseo del dique Norte, las explanadas de la Marina Vela, la rambla de la Nueva Bocana, los llamados tinglados del muelle Oriental…- indican que la Gerencia del Port Vell y la Autoridad Portuaria de Barcelona quieren subsanar este claro déficit cultural marítimo y portuario de los usos y equipamientos anteriores de esta gran área urbano-portuaria que tantos visitantes recibe a lo largo del año. Está previsto, en muchos casos ofrecer, como mínimo, una información sobre el lugar o el paisaje portuario que puede ver el visitante. Fuera de esta área de la Nueva Bocana también se pueden considerar usos culturales los que se están programando para el edificio histórico del Portal de la Pau o los formativos del Instituto de Logística en el almacén del interior del muelle de Costa, pero ambos se están programando por su complejidad para después de la Copa América, así como el edificio de la Facultad de Náutica en la Nueva Bocana o la apertura de una parte del muelle de Pescadores para poder ver la Torre del Reloj. También será importante analizar como se concretan las informaciones sobre la historia, organización y desarrollo de la Copa América Barcelona 2024, dada la importancia local e internacional de este importante evento que es el elemento decisivo para la aceleración de las obras de los 17 proyectos anteriores. En este sentido también serán importantes las actuaciones en el Port Olimpic, sede de las primeras Copas Amèrica juvenil y femenina a celebrar en septiembre-octubre de 2024.

 

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Muelle con los antiguos talleres del puerto que son objeto de un proyecto de restauración cuyas obras han empezado. Foto 2018 (Joan Alemany Llovera)
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Área de pesca con la Torre del Reloj de 1772 y el viejo almacén de Trasatlántica. Zona objeto de un proyecto de remodelación, 2018 (Joan Alemany Llovera)

Un tercer elemento que diferencia los proyectos presentados para los espacios de la Nueva Bocana respecto los del Port Vell del Plan Especial de 1989 es un reparto más equilibrado en el territorio de los usos y actividades. En el Port Vell de las 56,6 ha los grandes espacios de los muelles se han mantenido como espacios públicos sin otro uso más que el paseo de los visitantes; los servicios y equipamientos se situaron en el extremo de los muelles Barcelona, España y Barceloneta. Ello se debió sin duda a que cuando se planificaron predominaba la concepción de la falta de espacios verdes públicos en Barcelona lo que suponía una constante crítica y un tema destacado de reivindicación de los ciudadanos. En los nuevos proyectos se prevé una distribución de las actuaciones más repartida entre los espacios que se incorporarán al Port Vell. Solo el paseo del dique Norte quedará libre de edificios y equipamientos. En los artículos futuros sobre los distintos proyectos analizaremos más detalladamente el modelo urbanístico que subyace en cada propuesta.

Un cuarto y último punto importante a destacar, es la consideración en toda esta ampliación y remodelación del Port Vell de la economía azul con la programación del llamado Blue District y la consideración de diversos objetivos del Plan de Innovación. Todos los proyectos tienen una incidencia socio-económica que con frecuencia no se explicita pero vale la pena considerar.  Para estos dos últimos elementos será necesario seguir de cerca las propuestas que se vayan concretando en el futuro pues ambos temas son difíciles de evaluar por ser muy nuevos y disponer de pocas experiencias con los que compararse.

A todos los proyectos, propuestas y consideraciones anteriores vamos a dedicar una especial atención en este blog en los próximos meses. Esperamos recibir aportaciones, sugerencias y críticas de los lectores en la dirección ciudadesypuertos@gmail.com

Notas

  1. ALEMANY LLOVERA, Joan: El Port Vell de Barcelona. Port Vell, 2020, Barcelona